Ignacio Selva, un señorito madrileño aficionado a leer novelas policíacas, se convierte en detective al verse obligado a resolver un crimen ocurrido en su círculo de amistades para demostrar su propia inocencia.
Selva, que no es un detective al uso, se implica en la investigación por encargo de su médico, para paliar y combatir su abulia existencial. Sin embargo, pese a llevar a cabo sus pesquisas estudiando el lugar del crimen, valorando las pruebas y comprobando sucesivas hipótesis, no es el detective infalible que parece querer demostrar, sino un ser humano ambiguo y contradictorio; en definitiva, un investigador vulnerable.
Completan este libro tres relatos de la autora de género policíaco: La cana, Nube de paso y La cita.